¿Qué pasa en el concejo?
#Opinión
Por: Eudel de la Hoz B.
La proyección de la elección de la nueva mesa directiva del Concejo de Baranoa, en las últimas semanas, ha generado todo tipo de polémicas al interior de la corporación. Desde afrentas entre miembros de una misma colectividad política, pasando por la desconfianza evidenciada en un derecho de petición que hiciera un concejal perteneciente a la mesa directiva. El cabildante requiere detalles de la ejecución del presupuesto que maneja esa entidad; a eso súmenle el destape de lo que muchos han salido a llamar matoneo o bullying político al interior del ente coadministrador.
Esto último es un secreto a voces dentro y fuera de la corporación. Quien escribe conoció que un miembro del Concejo (no voy a especificar si es hombre o mujer) en varias ocasiones estuvo a punto de renunciar a su curul por la manera en que algunos de sus colegas tratan a esta figura política al momento de hacer sus intervenciones y de presentar iniciativas en la entidad. Justo en esos momentos han saltado las orquestadas jugarretas que dejan en entredicho el verdadero objetivo de este ente que tiene una responsabilidad decisoria enorme con el municipio, en el corto y mediano plazo.
Pero volvamos al punto de la elección. El pasado miércoles se llevó a cabo la instalación de las sesiones ordinarias. En ese espacio 9 concejales propusieron la elección de la mesa directiva para la vigencia 2023. Para muchos fue una sorpresa, pues no tenían prevista dicha iniciativa y les tocó, así literal: les tocó programar la sesión para el próximo sábado 5 de noviembre a las 12:30 del mediodía. Surgen preguntas: ¿Había interés de dilatar el proceso eleccionario? Si es así, ¿con qué objetivo? ¿Qué va a pasar el próximo sábado? Teniendo en cuenta que hay una rebatiña, una puja interna de poder. No logro imaginar cuál es el misterio que guarda esa silla de presidente del concejo.
Hasta el momento, se habla de dos candidatos a ocupar la presidencia del Concejo de Baranoa: Tatiana González y Cristian Azuero. Ambos llegaron al Concejo Municipal de Baranoa enarbolando el trapo rojo del Partido Liberal Colombiano. Se supone que debe haber unidad de criterio, que debe existir cohesión ideológica, que debe reinar la armonía y el respeto entre ellos, pero no. El bochornoso episodio que se dio el pasado jueves en reunión de bancada liberal es casi que inédito a nivel municipal. Ahí la génesis de esta polvareda. La concejal Tatiana González Arcón acusa a Edward Roa Pedraza, de haberla maltratado y de “generar violencia política” al no escucharla ni admitir un documento que su coequipera presentó con la firme intención de ser candidata por la colectividad roja.
Voces a favor y en contra. Algunos ciudadanos han salido a decir que fue un acto de victimización por parte de la concejal, con el objetivo de ganar réditos políticos. Otros en cambio, han salido a respaldarla y darle su voz de apoyo. Desde el directorio Liberal del Atlántico, han expresado el respaldo a González Arcón, así lo dio a conocer la presidenta de la colectividad en el departamento, Rocío Jiménez Hurtado, quien en una misiva, también conminó a Roa Pedraza y a Azuero Ariza “para que actúen en concordancia con los estatutos del partido y ley de bancadas”. ¿Acatarán, por disciplina, los dos concejales liberales la notificación de las bases de su partido en el Atlántico?
Ante este sombrío panorama, el próximo presidente del concejo tiene la titánica tarea de llegar a amainar los ánimos, en son de paz, buscando la armonía. Todo esto en consonancia con el llamado del actual gobierno nacional de “ir en búsqueda de la paz total”.
Así las cosas, es pertinente señalar la imperiosa necesidad de que quien ocupe ese cargo llegue a unir, a trazar y tender lazos de armonía, como debe ser; un cabildante que no tenga ese tufillo de las viejas y rancias costumbres politiqueras, sin ser títeres de nadie, con independencia, con criterio propio y sobre todo, con capacidad y con el ánimo de trabajar por la comunidad.
Al Concejo solo le quedan 422 días de trabajo para demostrar lealtad al pueblo y devolverle la confianza a los baranoeros. Señores concejales: son menos de 500 días de oportunidad para que no salgan arropados por la decepción de sus electores.
Propicien espacios de verdadero debate, con altura, con decoro, con conocimiento de causa, donde se demuestre que ese espacio es el verdadero recinto de la democracia y no una sala para presenciar posturas melífluas y cosméticas, acomodadas a intereses políticos particulares; hagan oposición, soy un convencido de que la oposición respetuosa fortalece la democracia. Cuando hay oposición, gana el poder del pueblo. Ustedes fueron elegidos para defender a los cerca de 70 mil baranoeros, no para ser alfiles y defensores a dientes y uñas de indeterminada(s) persona(s), que cada pupitrazo lo den con la firme convicción de que la prioridad es la gente.
A los 15 concejales: el punto de unión de ustedes debe ser la ciudadanía, más nada.